29.1.07

oportunidad

No me entiendes, no me quieres, han pasado años y no sabes quién soy realmente... -sollozaba ella, exageradamente.

Entonces lo escuchó decir: Sólo sé lo que me dejas saber, y un poco más. Lo que me gusta, sin embargo, no es aquello que celosamente me regalas, sino el cómo y el cuándo. Eso hace una diferencia, la primera; la segunda, es que sólo yo lo noto, amor.


colorín, colorado...

23.1.07

manantial

La Calva es una vieja de esas sabias y embusteras, que cuenta cuentos y cuece habas (esto al mismo tiempo, sin pausas). Es de palabras cortas y falda larga, ojos claros, piel oscura, oído agudo, rostro grave. Descose una parte del vestido y dice haberlo roto mientras tajaba la maleza; aguja e hilo en mano busca un libro para que le leas, pero sólo dice "gracias" y enciende las velas. Cultiva choclos al pie de la colina, pensamientos, cavilaciones y modales, además de hierbas y plantas medicinales. Siembra huellas y cosecha rutas, y aliña los guisos con cualquier cosa que encuentra (se deleita de memoria pues hace mucho que perdió el gusto, diez años antes que muriera el gato y un año después de extraviar su cuarzo en el cuarto donde prepara la manteca). La sonrisa es apretada y breve, tiene piel montada en la barbilla, casi un tercer párpado en cada ojo y cojea hacia la izquierda. Con las infusiones y menjunjes que hierve para espantar espíritus no hace más que ahuyentar a las ratas; el vapor pestilente no es su problema, los años le llevaron también el olfato, y en su reemplazo ha sabido conservar e imaginar los perfumes de antaño. Sesea entre los pocos dientes que le quedan y ofrece con su dedo torcido el tazón humeante, mientras la cola de zorro es la extensión de su brazo bueno con el que reduce el polvo acumulado en la alacena. Guarda una moneda acuñada en plata por cada recuerdo o adivinanza de su infancia; las mantas de invierno son hijas de los palillos, y todos los días reserva algo de leche para hacer queso de cabra. Y así se la pasa.
El gobierno le pide la casa a la vieja y, de lo calva que es, dice que no escucha nada; embustera, les decía, pero sabia: De acá no me muevo –afirma con frase lenta y palabras acentuadas–; esta tierra es el único lugar donde sé enterrar mi pala. Dicho esto, brota agua y bebe, se lava y vuelve a entrar a la casa. Los del gobierno ya no encuentran más papeles que logren desanimarla.

21.1.07

intuyo (into you)

-el mundo me resulta tan ajeno a veces, me supera.
-el mundo es tu yo.
-¿mío?
-no, no dije eso.
-...eh, ¿cómo?
-...

-ah, bueno...

17.1.07

pasa, pesa, deja y sana

Porque molestas, jodes, invades, rajas, perturbas, demueles, estancas y cansas,
mi [andasabertúquenombreponerle] se despide de la cárcel de tu tiempo, del beso espeso de tu encierro, del sastre de tus desastres, de tu fría apatía, de tu presencia sin esencia, de las ausencias, las faltas y las otras faltas.
Se despide de la antes inconclusa despedida, de las marcas que marcan tanto que modifican lo que marcan, del ahí caí, del acá que calla, del peso que colgaste en las palabras livianas.
Se despide del después que siguió al hecho de no despedirte antes, de la existencia que diste a lo inexistente, fantasma; del desprecio a los aprecios, del final que al final no vino, del vino con trago amargo, de esa temblorosa lágrima en la garganta (sin cantar, por favor).
Se despide del corchete que reemplazó el abrecartas, de la sombra que tuvo a mal robarse la risa, del ahogo que imprimes -aunque no rime- cuando malversas la melancolía.
Se despide de ceniceros colmados de cenizas grises bajo las cuales trató en vano de enterrarte, intentando que el humo desdibujara la tristeza, desvaneciéndose sinuosa mientras exhalaba llantos e inhalaba pausas.
Se despide de la frente desplomada sobre sus rodillas y te vas, te vas, mientras escucha atenta la historia rescrita; se despide de las culpas, las inefables y amargas deudas de nada, del si fue, no fue, será, habría sido.
Se despide de imaginar cornisas de novenos pisos como un ideal encuentro con la brisa, de la nota muda que guardó esa verdad que cambia, te despide de ese punto muerto, te despide.
Deja a un lado la condena de tus palabras y tus no-dichos.
Deja a una lado la desdicha de no agasajarse con la dicha de despedirte.
Te despide, dama pesimista, inmovilidad pedestre, talón de Aquiles, te despide.
Sobre sus cicatrices, ya no bailas; bajo su piel, ya no tienes espacio.
Ya no te siente, ya no te arrastra, ya no dueles, cierra el pico; apaga la alarma, lava tu puerca miseria y no me mojes el piso.

15.1.07

saber por contraste

Verte hoy es comprobar(?) que la debilidad nunca deja de acontecer y que de fortalezas, a veces, nos quedamos cortos. Así de pronto. Así sin quererlo.
Después de verte estrujado de energía [a merced de un murmullo inaudible], me reservo una cuota de orgullo para cuando salgas de ésta.
Después de mirarte con algo de fuerza [parecida a un banco sin fondos], me reservo una cuota de orgullo de poder dar aunque no tenga reservas.
Después de verte, recuerdo que ser fuerte te cuesta. Y que a mí la fuerza me cuesta llantos. Y que no es fácil hacer de ella ni bandera ni regalo. 
Verte hoy es saber que si la fortaleza es un vestido difícil de confeccionar, más aún lo es de vestir y calzar.


2.1.07

anticipando texto

un texto indefinido
un texto con alguna/algunas omisión/omisiones evidente/evidentes.
un ___ que altera el orden de las frases
con estilo un texto
un texto sin palabras de diccionario
un texto con vicios escriturales
un texto; con palabras: (prestadas)… del inglés.
un post con errores de tipeo
un texto con falt ade ortografía
un texto incípido y con dobles lecturas
un texto "simbólico"
un texto + con un alto % de palabras =s
un texto que hace que el texto sea un texto cuando juntas las letras para que en el texto se lean palabras
u n t e x t o c o n d i s l e x i a
un sílabas de texto
un tex to per so ni fi ca do
un texto mentiroso
un texto escrito a mano y congruente
un texto a la playa tomando pistolas caen gotas