la anestesia de Anastasia

-el olvido es alivio- sugiere Anastasia.
-pero ese olvido, no deshace parte de tu vida?
-adormeciéndola?
-no, borrándola.
-pero si recordar llega a ser una angustia, entonces para qué?
-...para que vivir no sea aliviar el hecho de vivir.
-cómo así?
-así, como dejar tranquilo al chancho en el barro de su contradicción.
-uhm?
-nada, deja. quieres una margarita?

(ni idea)

años, y no distingue días;
horas, y no distingue el pulso;
sombras, y no distingue cadenas;
rostros, y no distingue ilusiones.

pero todavía las horas suman años y las sombras borran ciertos rostros.
y es en éste escalón donde fuma el cigarrillo.
donde el deseo no distingue imposibles, y la incertidumbre son dos de azúcar en el café.

soporte

sin lapicera*, no hay obra.


* o lo que sea que la reemplace.