29.10.08

sin ti,tú,los...

Hoy no tengo ganas de ganar(me).
He visto lo que sabía que vería, ahí está la diferencia.
He transitado la vereda de enfrente, detenido el paso, contemplado mi sombra.
He hecho carne lo que parecía abstracto.

Hoy (o ahora (o en ese perpetuo cuándo)) se han condensado los vacíos para transformarse en cumbres. He soltado los hartazgos, he recordado el mar que siempre es calma, esa calma que creo que sólo recuerdan quienes apenas recuerdan una vida anterior a ésta. O la vida misma, que es decir lo mismo. Por los recuerdos se hace profundo el espacio que habito. Por ellos sé que hoy no es ayer.

En esa memoria que dista de permanecer intacta, encuentro lo que buscaba y que ya tenía. Siento cómo decanta ahora lo que apenas crecía diez años atrás. De la isla Identidad salen muchos barcos pero sólo vuelve un bote. No existen remos, apenas sí mis brazos como un débil recurso o mis sentidos para moverlo. Nada es gratis, pero hay precios que vale más pagarlos que otros. Y el precio de la vida es la vida misma. O vivirla, que ya es bastante. Porque en ella está todo, incluso, lo que viene. Y está el recuerdo, el doble de lo que (ya) no es, la vida y su espejo.

Y si hoy vengo a este interior mío a deambular casi en blanco es porque traigo el recuerdo vivo. Y hoy hablo claro, cuando hablo fuerte. Grito este eco al revés, este hueco sin sombra, este recuerdo que se estrena en nota .